Con un plus de minerales.
La sal rosa del Himalaya no solo llama la atención por su color, sino también por ser menos procesada que la sal de mesa común. Viene directamente de canteras de Pakistán, y conserva minerales como potasio, magnesio, hierro, zinc y otros que le dan ese tono característico y un sabor delicado.
✨ ¿Por qué elegirla?
No contiene químicos agregados ni pasa por procesos de refinamiento artificial.
Tiene un perfil mineral más completo que la sal blanca común.
Aporta sabor suave, ideal para cocinar o terminar platos.
⚠️ Consumo responsable:
Aunque es más natural, aporta sodio igual que cualquier otra sal. Se recomienda consumir con moderación, sobre todo en personas con hipertensión o retención de líquidos.